Estamos a pocas horas de empezar un nuevo año y de dar la bienvenida a los próximos mandatarios municipales y al gobernador. Será todo un desafío el que tienen entre sus manos estos elegidos. Ya Córdoba y sus municipios están sobre diagnosticados, aquí no hay tiempo, siquiera, para un compás de espera.
La criminalidad y la inseguridad en Córdoba es un tema que debe estar como primer punto en la agenda del Gobernador. Un Departamento en donde asesinan a más de 540 personas al año no tiene futuro. ¿Quién va a invertir en una región en donde el sólo rubro de seguridad se lleva casi todo el presupuesto de la empresa?
Los alcaldes que fueron elegidos en zonas de alta violencia no deben seguir el ejemplo de aquellos mandatarios que prefirieron mirar para otro lado. Que es peligroso hablar duro sobre la violencia que azota una región, pueda que sea cierto. Pero los nuevos alcaldes sabían a qué se iban a enfrentar. Manejar el presupuesto no puede ser lo único bueno de ser gobernante, también lo es velar y propender por el bienestar de la comunidad que me eligió.
Otro tema que debe estar en esa agenda es el aspecto social. No podemos seguir creyendo que el cemento lo sea todo. Hay es que trabajar por ayudar a construir unas ciudades más equitativas. Esto debería ser una de las prioridades de gobierno. El problema más serio de los municipios en donde crece la exclusión y la falta de oportunidades es la inseguridad, allí se dispara de manera alarmante la delincuencia y la criminalidad. Son regiones en donde lo único que crece son las empresas de seguridad y no las fábricas, industrias y universidades. No han notado ustedes cómo, por ejemplo, Montería se está ‘enrejando’. Todo está construyéndose en medio de rejas. Hasta las tiendas en algunos barrios del sur parecen una cárcel, sólo hay un hueco por donde pasa un pequeño paquete. Estamos próximos a ver el amurallamiento de residencias y, por qué no, de barrios. Todo ese lúgubre panorama lo estamos viendo y viviendo por la falta de sensibilidad social de los gobernantes.
Pero estamos a pocas horas por ver, si los mandatarios que se van a posesionar le quieren torcer el pescuezo a esa cruel realidad.
Y no puede faltar el tema de la trasparencia y honestidad con que se debe manejar el presupuesto. Algo debe quedarle bien en claro a los que llegan, que esos dineros son públicos, repito, públicos. Razón por la cual va haber miles de personas que querrán saber cómo y en dónde se invierten. No se molesten cuando les pidan cuentas. Más bien adelántense y muestren lo que hacen, para que todo sea público.
Aquí hago un llamado a todas esas veedurías fantasmas y de papel que montan los perdedores y enemigos del mandatario de turno para no dejarlo gobernar y fastidiarlo. Sean serias, piensen en desarrollo y no en rebusque. Que su trabajo sea más preventivo que juzgador. ¿Qué es lo más importante de un proyecto? Que se realice, por supuesto. Pero estas veedurías, como cualquier ave carroñera, se ponen es a esperar a que se cometa la irregularidad. No para que se sancione al funcionario y se haga la obra, sino para extorsionarlo y quedarse con un billete. Reitero, creo que esa loable labor de las veedurías debe ser más preventiva, de alertas tempranas, que otra cosa.
No podemos dejar de escribir sobre calidad educativa. Aquí está la principal herramienta para salir de la pobreza y la exclusión. No debe dar miedo, a mandatarios y padres, abordar, con fuerza y de frente, este delicado tema. Los maestros de los colegios públicos y privados tienen que dar la cara en lo que respecta a calidad educativa.
El rápido crecimiento de ciudades obliga a que le tema de movilidad y espacio público sea tratado como una prioridad. En Montería, por ejemplo, es de urgencia abordar este tema en el cual todos tenemos que ceder, si de verdad queremos una ciudad más agradable. Un buen manejo de en estos temas convierte en más próspera a una región. Produce cohesión social, como lo han afirmado y comprobado mandatarios que han apostado a solucionar estos problemas.
Y los alcaldes no pueden olvidar otro mal que nos encasilla en los últimos lugares de cualquier encuesta: saneamiento básico. No podemos seguir llenando de letrinas a este Departamento.
Mención especial merece el manejo al deporte y la recreación, más cuando estamos a menos de un año de inaugurar unos Juegos Nacionales. Las medallas se planean y luego se ganan. Montería tiene que dar ejemplo departamental en este aspecto y estamos a tiempo de corregir errores del pasado. Este es un punto en donde a corto plazo veremos los resultados.
En fin, son tantos temas y necesidades, pero lo más importante es la voluntad del mandatario. Que entienda, que él está revestido de un poder que le dio el pueblo y a ellos debe responderle con trabajo y honestidad. Que detrás de ellos habrá jefes políticos, eso está bien y por eso existen partidos políticos. Pero lo que deben tener siempre en claro es que su verdadero jefe es el pueblo y a ellos es a quien hay que responderles. Ningún jefe político va a salir, dentro de cuatro años, a dar la cara por el mandatario de turno, menos, si hace una mala o regular gestión.
Quiero hacer una mención en especial a Carlos Eduardo Correa Scaff, alcalde de Montería. Tuve la oportunidad de ver cómo empezó su trabajo preelectoral hasta el día de las elecciones. Ya en las dos últimas semanas parecía un zombi. Qué capacidad y disciplina. Sólo le pido que repita en estos cuatro años esa misma estrategia por el desarrollo de Montería. Esta es la Capital de Córdoba y merece toda su atención y dedicación.
Y los monterianos tenemos que empezar a querer y a respetar esta ciudad. Hay cambios que no vienen de los alcaldes sino de nosotros mismos. ¿Cuándo vamos a poner, nosotros, nuestra cuota de civismo y responsabilidad social? Hablamos, criticamos, exigimos, pero no hacemos nada por nuestra ciudad como ciudadanos. Siempre esperamos que todo nos lo hagan y nos lo den, pero no damos nada a cambio. No nos acostemos sin preguntarnos: ¿Qué bueno hice hoy por mi ciudad y por los demás ciudadanos? Y esto va también para las empresas que han vivido y se han enriquecido en Córdoba. ¿Qué retribuyen?
No puedo terminar, sin decirle, a los mandatarios, que no se dejen extorsionar del periodismo. Denuncien todo tipo de extorsión y chantaje. La publicidad en Colombia no es un delito ni está prohibida. Es como cualquier relación comercial en la cual usted compra o vende un servicio. Y usted pauta en donde cree que será más vista o escuchada su publicidad. ¿Por qué dejarse extorsionar entonces? Cierre la puerta de su administración a estos delincuentes.
El Meridiano de Córdoba tiene un gran reto periodístico y no hace falta extenderse para explicarlo. Creo que ya tiene la madurez necesaria para enfrentarlo, sólo tiene que demostrarlo a partir de pocas horas.
Les deseo éxitos a todos los mandatarios y sólo les pido una cosa: Cállenos la boca, haciendo una excelente administración.
ansanjr@hotmail.com
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