POR TOÑO SÁNCHEZ JR.
Yo creía que era solo en Repelón, Atlántico, en donde se referían a esas personas, dispuestas a lo que sea, sin importar lo que sea, como ‘manes’ sin agüero. En San Carlos, el alcalde, Daniel Narciso Soto Ortíz, y su tesorero, Yamith Echeverri Vertel, no sólo son tipos sin agüero, sino sin escrúpulos. Giraron de una chequera del Municipio cuatro cheques, por valor de 308 millones 750 mil pesos, a un prestamista de Montelíbano, como respaldo a un préstamo personal. Ya les voy a contar la historia, al estilo Edgar Perea, toque por toque, jugada por jugada. Y podríamos agregarle, tumbe por tumbe.
Nunca creí que en San Carlos pasaran tantas aberraciones administrativas y presupuestales. Con un agravante, que nadie dice nada en ese pueblo. Y los que se atrevan a romper la Omertà o ley del silencio son amenazados por fuerzas oscuras, en el mejor de los casos. Pero creo entender la razón de ese silencio. Si la Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría Departamental no dicen ni hacen nada, por qué habría que exigirle a esa comunidad que arriesgue su vida. Además, sería injusto que condenemos el actuar silencioso de los ciudadanos de bien de ese Municipio por no decir o hacer algo al respecto. De todas maneras es una situación patética.
Daniel Narciso Soto Ortíz ganó las elecciones a la Alcaldía de San Carlos, el domingo 28 de octubre de 2007, porque se abanderó de la lucha contra la corrupción en San Carlos. Al punto, que por sus denuncias dos alcaldes fueron presos. Esta comunidad, en aquel entonces, estaba convencida que elegía al ‘man’ más honesto de la región.
Tres días después de la posesión, Daniel Narciso buscó a un amigo, Miguel Ángel Ahumada Cervera, identificado con la cédula No. 8’749.558, expedida en Barranquilla, pero domiciliado en Montelíbano, para que le prestara 100 millones de pesos. Ellos se habían conocido diez años atrás, cuando varios amigos en común los presentaron. Ahumada vio en el préstamo la oportunidad de ganarse unos altos intereses y le preguntó al alcalde por el tiempo que se iba a demorar para pagar. A lo que Daniel Narciso dijo: “de cinco a seis meses”. Esta precisión fue la que estableció el monto de los intereses.
Entrevisté a reconocidos agiotistas y arruinadores de monterianos y me aseguraron que había una “tabla municipal de intereses”, de acuerdo a la categoría del Municipio, que se maneja en ese “riesgoso mercado”. Y me afirmaron que San Carlos era una plaza muy “irresponsable y peligrosa” por lo que se presta a una “altísima tasa”, debido al riesgo que corre el prestamista de perder su “inversión”. Y coincidían en que allí “hay mucho pícaro que no le gusta pagar”. En fin, la calificadora de riesgo Standard & Poor's queda como una pobre empresa de catecúmenos al lado de estas espadas.
Lo que siguió al urgente préstamo que hizo Daniel Narciso fue establecer la prenda que respaldaría el negocio. El prestamista exigió que fuera un cheque del Alcalde a nombre del acreedor, en este caso, a favor de Miguel Ángel Ahumada Cervera. No hubo desacuerdo en este punto. Es más, Ahumada solicitó que al título valor no se le pusiera fecha, y así se hizo.
Este prestamista, según los cancamanes de Montería, demostró ser un novato en este riesgoso oficio, al pedir como garantía, por una suma tan alta, un cheque. Tenía que haber exigido una hipoteca. Pero dejemos esta discusión para los mentideros comisionistas de Montería, como son El Tosca, Bon-Bini y Juan Valdez. Sigamos.
El Alcalde Daniel Narciso Soto Ortíz gira el cheque No 0000001, mejor dicho estrenó la chequera, del Banco Agrario de Colombia – San Carlos, de la Cuenta Corriente No. 803870040327300000129000001, por valor de 100 millones de pesos. El título no tiene fecha y está firmado por Yamith Echeverri y lleva un sello que dice: “República de Colombia, Departamento de Córdoba, Alcaldía Municipal de San Carlos”.Como que al Alcalde lo estaban persiguiendo muchas culebras, porque a los pocos días, antes completar los primeros 8, llamó a Miguel Ángel Ahumada nuevamente y le pidió que se presentara urgentemente en el Despacho. Allí le manifestó que necesitaba otros 100 palos de los grandes. Ahumada, que no le gustaba que lo cogieran con la guardia abajo, le ripostó en tono desafiante y jocoso: “Allí en la camioneta está la estilla oyendo el cuento”.
El prestamista hizo la entrega de los 100 millones de pesos y solicitó otro cheque como garantía por este nuevo préstamo. Daniel Narciso no dudó un segundo y desenfundó la chequera del Municipio y giró el título No. 0001861, del Banco Agrario de Colombia – San Carlos, de la Cuenta Corriente antes escrita, por valor de 100 millones de pesos. Firmado por Yamith Echeverri y con el sello de la Alcaldía. Para 2008 el Tesorero de San Carlos era Yamith Echeverri Vertel, quien firma su segundo apellido con i latina.
Los que saben de estos entuertos aseguran, que alcalde que se respete tiene que tener un Tesorero de ‘confianza’. No para que garantice que los recursos se van a manejar de manera transparentemente y honesta, sino para que haga todos ‘torcidos’, para hablar en términos delincuenciales, que se presenten en los 4 años de rapiña. Continuemos con este cristalino préstamo.
El domingo 10 de febrero de 2008 tuvo que haber sido un día negro para Daniel Narciso. Y recurrió a su prestamista de cabecera de ese momento. Esta vez necesitaba una insignificante cantidad, 48 millones 750 mil pesos. Después de recibir el billete le giró, ese feriado, otro cheque del Municipio a Miguel Ángel Ahumada por la cantidad en mención. El cheque fue el No. R3796854 del Banco Bogotá - Cereté – Calle del Comercio Cereté. Cuenta Corriente No. 3002500012160536033796855. A diferencia de los dos primeros cheques este tiene fecha de 2 de febrero de 2008. Lo que está por establecerse es si la colocaron el día que se giró o cuando se fue a cobrar al banco. Como los demás, estaba firmado por Yamith Echeverri.
Pero como que los domingos no eran días buenos para Daniel Narciso, ya que a los ocho días, el 17 de febrero de 2008, le giró otro cheque a su prestamista titular por concepto de un nuevo empréstito. Esta vez el valor fue por 60 millones de pesos. El cheque es de la misma Cuenta Corriente del Banco de Bogotá antes citada y lleva la misma firma del tesorero en mención. Este título tiene fecha de febrero 17 de 2008.
De ninguno de estos cheques hay ni Estudio Previo de Conveniencia ni Certificado de Disponibilidad Presupuestal ni Contrato (Orden de Compra u Orden de Prestación de Servicio) –sin lugar a dudas por la cuantía del presupuesto del Municipio tenía que ser contrato- ni Registro Presupuestal ni Comprobante de Egreso. Esto no quiere decir que más adelante aparezcan, como por arte de magia, todos estos soportes. Jamás olviden, que la palabra imposible no existe en el mundo del bandidaje en Córdoba. Me refiero al bandidaje de ‘cuello blanco’. A los que hay que decirles: doctor, doctora, don, doña, señor o señora.
Los cheques del Banco Bogotá fueron protestados y hoy hacen parte de un proceso judicial en una Fiscalía de Cereté. El tenedor de los títulos dice que sólo vino a enterarse que eran cheques de la Alcaldía de San Carlos cuando los protestó. Tan raro, cuando se ve claramente que tienen un sello de la Alcaldía.
Pero estos no son los únicos líos de Daniel Narciso Soto, entre su ‘palmarés’ están siete (!!!) procesos de Responsabilidad Fiscal, de los cuales dos se encuentran en auto de imputación, por manejo irregular de recursos de la primera infancia y alimentación escolar. Terrible. Y el otro por reconocimiento de sanción moratoria, esto es, que no paga oportunamente las obligaciones a los acreedores del Municipio. Este es un antecedente nefasto para Ahumada. Creo que este prestamista amarró bien mal el burro.
Los pelaos de San Carlos sí que siguen estando de malas. No pueden jugar ni trompo ni bolita de cristal o de uña y tampoco pueden tener un alcalde honesto y serio. Ahora llegó un señor de la tercera edad, que para mí debería estar es cargando a los bisnietos o haciendo uso de buen retiro, pero como con la democracia no peleo, este abuelito tiene la responsabilidad de garantizarle a la juventud de San Carlos de que el cambio es de él. Yo no sé si es la persona idónea para sacar a San Carlos del oscurantismo de corrupción que allí cachea. Lo que sí sé es que allí si hay ‘manes’ sin agüero. ansanjr@hotmail.com
