Por Toño Sánchez Jr.
Lo que faltaba. Ahora los responsables de que el programa de reinserción de la Presidencia de la República haya fracasado, son los comerciantes de Córdoba, según los planteamientos que hizo en estos días en Montería el Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl.
Este irrespetuoso funcionario, que vino a inaugurar un horripilante monumento para la paz y a sindicar a los comerciantes como los responsables de que los desmovilizados no tengan oportunidades de trabajo, ha cogido como caballo de batalla venir a insultar a los cordobeses cada vez que le da la gana. Ya en una anterior columna lo había planteado.
Yo quiero decirle a los desmovilizados que están en Córdoba que a ellos los engañaron fue en las secretas conversaciones de paz de Ralito, no en los locales de los comerciantes de Córdoba. A los desmovilizados los ha engañado y los viene engañando es el Estado colombiano, no los cordobeses.
Este Gobierno se ufana de haber desmovilizado a más de 42 mil combatientes de las autodefensas (yo no sé de dónde salió tanto ‘paraco’), y ese fue su único fin, desmovilizar. Jamás se prepararon para RESOCIALIZAR. Para luego sí, REINCORPORARLOS a la vida civil. Les prometieron un billete mensual, que la mayoría de las veces terminó entre las piernas de todas las trabajadoras sexuales del Departamento.
En todos los cabaret de Montería, públicos y clandestinos, sabían que día le pagaban a los desmovilizados, por lo cual sobrevendían las piezas de sus burdeles. Algunos osados gerentes de estos ‘bienquistos’ putiaderos se paseaban por un lado de las largas filas que hacían los ex paracos en el banco donde les estaban pagando, aquellos se hacían acompañar de tres o más putas, que se notaba venían de firmar su TLC: Tetas, Lipo y Culo (Tomado del libro Las Fantásticas),. Todo ello con el fin de que los lujuriosos clientes fueran ‘afinando’… el ojo... y la libido.
A los tres días ninguno de esos desmovilizados tenía un peso para una aromática. Algunos dirán que ese es un problema de ellos por ser irresponsables. Las cosas no son así de fáciles. Esa gente viene de un mundo en donde los comportamientos y las reglas eran otras o no existían. Un comportamiento así, en una zona de influencia ‘paraca’ era normal. Pero al traerlos a la sociedad ellos creen, equivocadamente, que todo es lo mismo. Por ello había que RESOCIALIZARLOS primero. Que muchos de ellos no iban a cambiar, eso no importa, porque aquí había que trabajar amparados en esa enseñanza bíblica del pastor que dejó a 99 ovejas por ir a buscar a una sola que se extravió. Yo jamás vi a un funcionario de la Alta Consejería para la Reinserción (tremendo nombre para nada) ayudando a estos muchachos con charlas para enseñarles emprendimiento y ahorro, entre tantas lecciones.
El sonsonete de los dos altos comisionados de este Gobierno es siempre el mismo, “hemos desmovilizados a más de 42 mil combatientes de grupos armados… y bla, bla, bla…”. Pero en Córdoba quieren que sean los comerciantes los que paguen la resocialización y la reincorporación.
La reinserción en Córdoba ha sido un fracaso.
Fue el Estado colombiano el que abandonó a los cordobeses a la suerte de la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico y la corrupción… y por qué no, ahora nos están dejando en manos de las bandas criminales. Y no contentos con esto pretenden ahora que las víctimas, comerciantes honestos, que toda su vida han trabajado con honradez, les paguen a sus victimarios, cuando es el Estado el responsable y el obligado a ayudar a estos desmovilizados.
Una situación muy distinta es que el Gobierno llegue a Córdoba con un programa de incentivos y de créditos blandos para todos los comerciantes que deseen apoyar la reinserción. Esto es otra cosa. Pero no podemos pretender, como lo ha hecho nuevamente el servidor público Frank Pearl, de responsabilizar a los comerciantes de Córdoba del fracaso de sus políticas de reinserción.
Y ni hablar de los tales Proyectos Productivos, allí hasta tumbes y muertos hay.
Y otras personas que estaban tratando de organizar algunos terminaron enredados con la Fiscalía.
A continuación quiero transcribir unos apartes de la carta que Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna o Adolfo Paz, le envió a la Corte Suprema de Justicia el 17 de septiembre de 2009. Lean con detenimiento, por favor.
Lo que faltaba. Ahora los responsables de que el programa de reinserción de la Presidencia de la República haya fracasado, son los comerciantes de Córdoba, según los planteamientos que hizo en estos días en Montería el Alto Comisionado para la Paz, Frank Pearl.
Este irrespetuoso funcionario, que vino a inaugurar un horripilante monumento para la paz y a sindicar a los comerciantes como los responsables de que los desmovilizados no tengan oportunidades de trabajo, ha cogido como caballo de batalla venir a insultar a los cordobeses cada vez que le da la gana. Ya en una anterior columna lo había planteado.
Yo quiero decirle a los desmovilizados que están en Córdoba que a ellos los engañaron fue en las secretas conversaciones de paz de Ralito, no en los locales de los comerciantes de Córdoba. A los desmovilizados los ha engañado y los viene engañando es el Estado colombiano, no los cordobeses.
Este Gobierno se ufana de haber desmovilizado a más de 42 mil combatientes de las autodefensas (yo no sé de dónde salió tanto ‘paraco’), y ese fue su único fin, desmovilizar. Jamás se prepararon para RESOCIALIZAR. Para luego sí, REINCORPORARLOS a la vida civil. Les prometieron un billete mensual, que la mayoría de las veces terminó entre las piernas de todas las trabajadoras sexuales del Departamento.
En todos los cabaret de Montería, públicos y clandestinos, sabían que día le pagaban a los desmovilizados, por lo cual sobrevendían las piezas de sus burdeles. Algunos osados gerentes de estos ‘bienquistos’ putiaderos se paseaban por un lado de las largas filas que hacían los ex paracos en el banco donde les estaban pagando, aquellos se hacían acompañar de tres o más putas, que se notaba venían de firmar su TLC: Tetas, Lipo y Culo (Tomado del libro Las Fantásticas),. Todo ello con el fin de que los lujuriosos clientes fueran ‘afinando’… el ojo... y la libido.
A los tres días ninguno de esos desmovilizados tenía un peso para una aromática. Algunos dirán que ese es un problema de ellos por ser irresponsables. Las cosas no son así de fáciles. Esa gente viene de un mundo en donde los comportamientos y las reglas eran otras o no existían. Un comportamiento así, en una zona de influencia ‘paraca’ era normal. Pero al traerlos a la sociedad ellos creen, equivocadamente, que todo es lo mismo. Por ello había que RESOCIALIZARLOS primero. Que muchos de ellos no iban a cambiar, eso no importa, porque aquí había que trabajar amparados en esa enseñanza bíblica del pastor que dejó a 99 ovejas por ir a buscar a una sola que se extravió. Yo jamás vi a un funcionario de la Alta Consejería para la Reinserción (tremendo nombre para nada) ayudando a estos muchachos con charlas para enseñarles emprendimiento y ahorro, entre tantas lecciones.
El sonsonete de los dos altos comisionados de este Gobierno es siempre el mismo, “hemos desmovilizados a más de 42 mil combatientes de grupos armados… y bla, bla, bla…”. Pero en Córdoba quieren que sean los comerciantes los que paguen la resocialización y la reincorporación.
La reinserción en Córdoba ha sido un fracaso.
Fue el Estado colombiano el que abandonó a los cordobeses a la suerte de la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico y la corrupción… y por qué no, ahora nos están dejando en manos de las bandas criminales. Y no contentos con esto pretenden ahora que las víctimas, comerciantes honestos, que toda su vida han trabajado con honradez, les paguen a sus victimarios, cuando es el Estado el responsable y el obligado a ayudar a estos desmovilizados.
Una situación muy distinta es que el Gobierno llegue a Córdoba con un programa de incentivos y de créditos blandos para todos los comerciantes que deseen apoyar la reinserción. Esto es otra cosa. Pero no podemos pretender, como lo ha hecho nuevamente el servidor público Frank Pearl, de responsabilizar a los comerciantes de Córdoba del fracaso de sus políticas de reinserción.
Y ni hablar de los tales Proyectos Productivos, allí hasta tumbes y muertos hay.
Y otras personas que estaban tratando de organizar algunos terminaron enredados con la Fiscalía.
A continuación quiero transcribir unos apartes de la carta que Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna o Adolfo Paz, le envió a la Corte Suprema de Justicia el 17 de septiembre de 2009. Lean con detenimiento, por favor.
"En la actualidad, los “Proyectos Productivos” son parte del gran olvido institucional, desaparecieron dentro del esquema paquidérmico del Gobierno, funcionaron en la medida en que los ex comandantes de Autodefensas estuvimos en Colombia y aportábamos material humano, conocimientos e incluso los financiamos en gran parte. Hoy, sin embargo, la mayoría de las personas que lideraron los procesos de creación y funcionamiento de los “Proyectos Productivos”, muchos de los cuales NO habían sido nunca miembros de las Autodefensas, se encuentran estigmatizados, cuando no presos".
"En mi caso en particular, el señor CARLOS HOYOS persona que nunca fue Autodefensa pero que por sus conocimientos profesionales lideró los proyectos productivos que de común acuerdo con el Gobierno se crearon en Córdoba, se encuentra preso injustamente acusado de hechos ilícitos precisamente por el hecho de haber tenido contacto con desmovilizados a través de los proyectos agroindustriales creados en la zona. Finalmente, el proyecto fue abandonado por el Gobierno, dejando a desplazados, víctimas y desmovilizados sin posibilidad alguna de continuar con los proyectos y sin soluciones para alcanzar una vida digna; todo el esfuerzo, la voluntad, el trabajo de miles de personas y mucho dinero fue arrojado a la basura por el Gobierno Nacional ".
Me imagino que ahora Frank Pearl va a salir a decir que cómo le vamos a creer a un criminal extraditado. El mismo maniqueísmo de siempre. Pero dejemos que sea este mismo ex jefe paramilitar el que lo manifieste:
" Recuerdo cuando Salvatore Mancuso denunció públicamente al hoy Vicepresidente FRANCISCO SANTOS y a su primo JUAN MANUEL SANTOS ex Ministro de Defensa, por solicitar a las Autodefensas la conformación de un Bloque en Bogotá, apoyada por ellos mismos desde la institucionalidad del Estado, hecho del cual soy testigo privilegiado por mi rol que cumplí dentro de las Autodefensas; el resultado de sus denuncias no fue otro que el de rechazo “Como creerle a delincuentes”. Entonces ¿cuál es la razón por la cual cuando hablamos de políticos (alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, senadores y representantes a la Cámara) si nos creen? Ellos son los peones desechables del Gobierno, solo se les protege en la medida en que sean necesarios para algunos fines políticos o electoreros…".
Ojalá que ningún desmovilizado tome estas sindicaciones de Pearl en serio y se vayan contra los comerciantes.
Pero lo más vergonzoso y despreciable no fueron las sindicaciones de Frank Pearl, sino el silencio de la Gobernación de Córdoba, de la Alcaldía de Montería, de la Cámara de Comercio, de los demás gremios y dizque de la llamada Sociedad Civil de esta ciudad.
Pero vean como son las cosas, mientras los desmovilizados que están en Córdoba han sido abandonados a su suerte, desde el Ministerio de Agricultura montaron un programa, Agro tumbe seguro, que ha servido para beneficiar a los amigos de los ministros de esta cartera… Y por qué no del Presidente, también. Pero a los desmovilizados nadie los ayuda… solo el plomo.
"En mi caso en particular, el señor CARLOS HOYOS persona que nunca fue Autodefensa pero que por sus conocimientos profesionales lideró los proyectos productivos que de común acuerdo con el Gobierno se crearon en Córdoba, se encuentra preso injustamente acusado de hechos ilícitos precisamente por el hecho de haber tenido contacto con desmovilizados a través de los proyectos agroindustriales creados en la zona. Finalmente, el proyecto fue abandonado por el Gobierno, dejando a desplazados, víctimas y desmovilizados sin posibilidad alguna de continuar con los proyectos y sin soluciones para alcanzar una vida digna; todo el esfuerzo, la voluntad, el trabajo de miles de personas y mucho dinero fue arrojado a la basura por el Gobierno Nacional ".
Me imagino que ahora Frank Pearl va a salir a decir que cómo le vamos a creer a un criminal extraditado. El mismo maniqueísmo de siempre. Pero dejemos que sea este mismo ex jefe paramilitar el que lo manifieste:
" Recuerdo cuando Salvatore Mancuso denunció públicamente al hoy Vicepresidente FRANCISCO SANTOS y a su primo JUAN MANUEL SANTOS ex Ministro de Defensa, por solicitar a las Autodefensas la conformación de un Bloque en Bogotá, apoyada por ellos mismos desde la institucionalidad del Estado, hecho del cual soy testigo privilegiado por mi rol que cumplí dentro de las Autodefensas; el resultado de sus denuncias no fue otro que el de rechazo “Como creerle a delincuentes”. Entonces ¿cuál es la razón por la cual cuando hablamos de políticos (alcaldes, gobernadores, concejales, diputados, senadores y representantes a la Cámara) si nos creen? Ellos son los peones desechables del Gobierno, solo se les protege en la medida en que sean necesarios para algunos fines políticos o electoreros…".
Ojalá que ningún desmovilizado tome estas sindicaciones de Pearl en serio y se vayan contra los comerciantes.
Pero lo más vergonzoso y despreciable no fueron las sindicaciones de Frank Pearl, sino el silencio de la Gobernación de Córdoba, de la Alcaldía de Montería, de la Cámara de Comercio, de los demás gremios y dizque de la llamada Sociedad Civil de esta ciudad.
Pero vean como son las cosas, mientras los desmovilizados que están en Córdoba han sido abandonados a su suerte, desde el Ministerio de Agricultura montaron un programa, Agro tumbe seguro, que ha servido para beneficiar a los amigos de los ministros de esta cartera… Y por qué no del Presidente, también. Pero a los desmovilizados nadie los ayuda… solo el plomo.
