Por TOÑO SÁNCHEZ JR.
Hace ocho días escribí: "Ministro, me avergüenza decirle lo siguiente, pero aquí la gente no le tiene confianza a la Policía, le tienen pavor. Hay zonas en donde juegan fútbol a medio día con gente al margen de la ley". Quiero rectificar, no era fútbol era micro, porque la cancha era más pequeña que la de fútbol.
Hace ocho días escribí: "Ministro, me avergüenza decirle lo siguiente, pero aquí la gente no le tiene confianza a la Policía, le tienen pavor. Hay zonas en donde juegan fútbol a medio día con gente al margen de la ley". Quiero rectificar, no era fútbol era micro, porque la cancha era más pequeña que la de fútbol.
Este párrafo indignó al Coronel de la Policía de Córdoba, al punto de exigir en una rueda de prensa que le preguntaran por la columna de Toño Sánchez. Por supuesto que le preguntaron y respondió, palabras más palabras menos, que yo debía responder ante la Fiscalía en qué cancha, estadio o potrero juegan o jugaban fútbol. A mí me gusta responder públicamente y aún más si lo voy a decir en la Fiscalía, recordemos que estamos en un sistema penal acusatorio en donde todo es público. Muy a pesar que esto se llame "acoso judicial", que es una forma de censura.
Pero primero permítanme un comentario, voy a responderle a este Coronel, por encima de las advertencias de mi padre, quien me ha dicho hasta la saciedad que la carne que más hace daño es la de policía y la de cura. Y mi padre no ha sido mayor cosa en esta vida: vendedor de 'caballitos' en el sector amurallado de Cartagena, guía turístico, botones, detective, secretario de juzgado y a última hora se le dio por ser periodista y estuvo como corresponsal del diario El Tiempo por más de 30 años. Creo que lo pensionaron.
A pesar de las exhortaciones de mi padre quiero decirle, con todo respeto al Coronel de la Policía, que me ratifico en mi párrafo y que le creo a mis fuentes. Y que jamás espere que vaya a vender a mis fuentes, prefiero irme preso. Además, que mi conciencia no me permite cargar con la muerte de los habitantes de la vereda en donde jugaban micro.
Coronel, le hago una pregunta. Usted espera que yo le diga a usted o a la fiscalía ¿en dónde jugaban fútbol? Está equivocado. Lo que sí le puedo asegurar es que esa pequeña población siempre ha esperado que la Policía juegue fútbol con la gente buena del caserío, no con los bandidos.
A mí me hubiese gustado que esa agresiva y diligente actitud suya para denunciarme la tuviera para perseguir a los bandidos. Yo no soy su enemigo, yo no soy delincuente, a no ser que usted tenga algún dossier mío, que le permita asegurar lo contrario. Seguimiento y chuzadas es lo que sobra en este país.
Vea coronel, en criminalística siempre se ha estudiado el caso de la cercanía del policía al delincuente. Que muchas veces sirve para esclarecer delitos, pero otras para que el uniformado traspase los límites de la ley. Aquí en Colombia hay todos los ejemplos, en el sentido de que muchas veces para acabar con un cartel se han tenido que aliar a otro. Me extraña que usted no haya aun denunciado a todos los que aseguran que la ley se asoció al cartel de Cali para acabar con el de Medellín. Y que 'Los Pepes' trabajaron con la Policía. Usted tiene mi libro 'Crónicas que da miedo contar' apórtelo a la Fiscalía y me denuncia por eso, porque yo esa 'sociedad' la demuestro en mi libro.
Yo sé de casos en donde a los informantes les han pagado con parte del botín. Por ejemplo, un soplón llega y dice que él sabe dónde está una caleta con tantos miles de kilos de coca. Pero pide que le paguen con dos, o más, kilos del alcaloide incautado. Y se los dan. Y no pasa nada ni ustedes salen a denunciar al informante por posesión de coca.
Yo cuando escribí, que la gente no le tiene confianza a la Policía y que jugaba fútbol, es porque es verdad. No lo hice para ofenderlo, sino para que busque la manera de regresar a la época en donde lo más grato era cuando un policía vivía en la cuadra o vecindario. Hoy, y no me vaya a denunciar por esto, la desgracia más grande es que un policía viva al lado de uno.
Que quede claro, no estoy diciendo que no hay policías honestos y buenos. Son más los buenos y honestos que los malos. Pero por una mal consabida "solidaridad de cuerpo" los malos se salen con la suya. Y cuando vienen los escándalos a todos, injustamente, los meten en la misma cesta. Entre mis más grandes amigos hay honestos policías, rasos y altos oficiales; y también tengo de amigos a legendarios policías 'torcidos'. No me vaya ahora a denunciar por eso.
Los más grandes narcos de este país han sido policías. Orlando Henao, Jesús Amado Sarria, Wilber Varela, entre otros, y por eso no podemos decir que la institución es narca. Ni más faltaba. Es más, hay un poderoso rumor en Colombia que dice, que Diego Montoya se alió al Ejército porque la Policía estaba con Wilber Varela. Y que por eso se dio lo de Jamundí. Y no es descabellado, porque para poder desarticular y destruir una organización criminal se necesita de otra. Lo repito es una eterna discusión en criminalística el tema.
Coronel, más bien díganos por qué a Sansón Benavides Cordero, que lo asesinaron a la una de la madrugada, ustedes no se atrevieron hacer el levantamiento del cadáver. Y que lo hicieron unos moradores de la región, quienes tuvieron que espantar a unos cerdos que se le habían comido los sesos y los dedos de los pies.
Coronel, le deseo una feliz estada en Buenos Aires, Argentina, disfrute del bife chorizo, del asado de tira, de los chinchulines y de la tapa de cuadril, no se olvide que el término es medio o azul. Y acompáñelos, o mejor, como se dice ahora, el maridaje es con un buen vino tinto de la provincia de Mendoza. Que mientras tanto en Córdoba seguimos poniendo muertos. Y nos vemos en la Fiscalía, un placer que no me voy a negar dárselo.
Para que conste. He recibido en mi correo una serie de insultos por una entrevista que di a EL MERIDIANO Cultural sobre los estudiantes de periodismo. Quiero rectificar. El promedio de lectura de los estudiantes de periodismo en Montería está por encima del de los alemanes, quienes están entre los que más leen en el mundo. Y a todas estas personas que me escribieron a mi correo les informo que les respondo el otro sábado. Y disculpen, pero Coronel mata a estudiante.