Por TOÑO SÁNCHEZ JR.
Cuanto quisiera escribir, cada seis meses, por decir un término, una columna dándole la bienvenida a una nueva empresa en Córdoba. Hoy quiero elogiar la intrepidez de un grupo de empresarios que creyeron en nuestro Departamento para invertir más de 40 mil millones de pesos en el Frigorífico Red Cárnica, ubicado a pocos kilómetros de Ciénaga de Oro. Es una apuesta bien alta que debe ser respaldada y apoyada por los cordobeses.
Antes de escribir sobre la admirable tecnología de este frigorífico quiero manifestar que lo más agradable fue escuchar la respuesta que daban todos los operarios que guiaron nuestro recorrido de inducción, ante la pregunta: ¿De dónde eres? De Ciénaga de Oro, respondían con orgullo.
Casi la totalidad de mano de obra no calificada ha sido escogida de este municipio. Los seleccionados fueron instruidos durante tres meses en salones de clases que facilitó la Alcaldía. Esta empresa tiene como meta generar 300 empleos directos y alrededor de 600 indirectos, nada despreciable para una región en la que no se invertía nada, solo en corralejas y ron.
El sólo pensar que decenas de familias van a depender del futuro de esta empresa es algo esperanzador y que corrobora una vez más que la inversión privada, apuntalada por un sector público emprendedor y comprometido con el desarrollo, es el camino expedito para avanzar y lograr una sociedad más progresista.
La cuestión no es satanizar lo privado, como muchos equivocadamente lo hacen. Por supuesto que el sendero tampoco es permitirle todo a los inversionistas, con el argumento de que ellos tienen el dinero. El Estado, representado en una gobernación o alcaldía, está en la obligación de que esa inversión, que propone el privado, esté articulada con su Plan de Desarrollo, POT, bienestar ciudadano y respeto al medio ambiente. Y así se dio con Red Cárnica en Ciénaga de Oro.
La Línea de Sacrificio de este frigorífico es una de las más modernas de la Región y me estoy refiriendo es a la Región donde está ubicada Colombia. La empresa que tuvo a cargo el montaje fue la brasileña Sulmaq.
Pueden sacrificar 80 novillos cada hora. Como dato curioso, una etóloga norteamericana, que es autista, fue quien diseñó la ruta de los animales hasta el punto en donde empieza el sacrificio. Estableció que a los animales había que darle un trato digno desde que los bajaban de los camiones hasta su muerte. Que se produce con un golpe hidráulico, que deja inconsciente al animal por unos minutos; de inmediato lo degüellan y le propinan un choque eléctrico para que los músculos se relajen y expulse toda la sangre. Y de allí empieza un recorrido en donde cada operario cumple una función determinada y coordinada, podría decirse que es como una 'danza de sacrificio'. Hasta llegar a un punto en donde una máquina le quita el cuero, como cuando uno quita un sobrecama, en este caso queda solo la carne.
Hay seis cámaras de enfriamiento en donde en algunas caben 800 animales estacados, listos para ser despachados. En estas también caben cajas con 300 toneladas de carne para congelar y 350 toneladas para refrigerar. Se congela una tonelada cada hora.
Cada parte del novillo sacrificado pasa a un área específica. A la de desposte, o la de deshuese, o las de vísceras. Pero al final todo llega a los muelles de embarque. Hay varios para la salida de carne en canal y otro para la salida de vísceras rojas y blancas.
Un prestante ganadero, que tuvo la oportunidad de visitar en Kansas el frigorífico IBP, el más grande de los Estados Unidos, aseguró que el de Red Cárnica no tiene nada que envidiarle a aquel.
Aquí no hay nada improvisado. Todo está donde debe estar.
Lo único que falta es que el Alcalde de Ciénaga de Oro gestione para pavimentar los mil 300 metros que hay de la carretera al frigorífico.
No hay nada más grato que ir a inauguraciones de proyectos que hace unos años eran solo sueños e ilusiones y hoy realidad. A todos estos inversionistas, en especial al gestor de todo, César Zuluaga, a los empleados de esta empresa, que hoy tienen una nueva oportunidad laboral, felicitaciones y que Dios derrame prosperidad sobre todos.
Quiero agradecer a José Elías Manzur quien me convenció para asistir a la inauguración del frigorífico y pude comprobar que todo lo que me contaba no era ciencia ficción.
No quiero terminar sin lamentar la indelicadeza del gobierno departamental de mandar funcionarios de tercera en representación del mandatario de turno. Y son tan irrespetuosos que sus discursos demoran más que el del anfitrión.
Lo reitero, cuanto quisiera escribir más a menudo de proyectos que se convierten en realidad y oportunidad para los cordobeses. No podemos dudar que la empresa privada ofrece un camino más expedito para el desarrollo y la prosperidad.
