Por Toño Sánchez Jr.
Antes de abordar este tema, dos importantes precisiones. La semana pasada escribí sobre lo que pasa en Montelíbano y me referí a varios contratos. Desde esa fecha he recibido una serie de llamadas de recriminación. Yo quiero decirle a estas personas que si creen que lo escribí es mentira, calumnia o injuria vayan a la justicia y denuncien, para vernos allá y ver quién dice o no la verdad. O pidan rectificación y yo veré si les contrareplicó o no. Segundo, quiero reiterar que yo y sólo yo soy el responsable de mis escritos. Lo digo para que no pierdan el tiempo incomodando al Director de este medio. Además, que yo siempre tengo tiempo para este tipo de peleas, entre otras cosas, me encantan. El artículo que sigue es de mí responsabilidad.
El 27 de diciembre de 2007 fue un día muy agitado para la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge, CVS. Ese día adjudicaron el contrato de obra pública No 103, por valor de 14 mil 511 millones 283 mil 485 pesos. Ese mismo día hicieron el anticipo del 50% del valor total del contrato.
El objeto del mismo era “Obras de control de inundaciones y erosión para la prevención y atención de desastres en el Departamento de Córdoba”. Eran 15 puntos críticos que se iban arreglar en los ríos Sinú y San Jorge.
La empresa que se ganó la ‘licitación’ fue Agasplus. Este es un consorcio integrado por las empresas Equiplus (50%), Aguas Kapital (40%) y Aguas del Alto Magdalena (10%), algunas de estas empresas es de la familia Nule, los mismos de los problemas en Bogotá.
Al contrato en mención se le hizo una adición de más de tres mil millones de pesos. Pero como se habrán dado cuenta los cordobeses todo sigue igual en cuestión de inundaciones. Y como lo más fácil es salir a decir “que la creciente de este año ha sido la peor de los últimos tiempos”, ya todo queda aclarado. Pero lo cierto es que en un punto llamado La Cantaleta, en la región de Nueva Esperanza, en Pueblo Nuevo, la plata se perdió. Nuevamente el río San Jorge se desbordó por allí.
Un funcionario de la CVS asegura, sin aportar prueba alguna, que fueron “manos criminales” las que rompieron la boca. El ingeniero residente afirma por su parte que fue “un finquero para regar sus cultivos de arroz”. Y también asegura que “pueden ser los campesinos de la zona para seguir ganándose el jornal de trabajo que lo pagamos a 20 mil pesos”. Me cuesta creer que unas personas quieran estar inundadas más de dos años.
Lo cierto es que hay que establecer qué está pasando con los millonarios dineros que se invierten para el control de las inundaciones. Son toneladas de billete que ha recibido Córdoba para enfrentar estos fenómenos. Recordemos el temible Plan Torniquete, que enriqueció a más de un político. Hay casas que las llaman todavía Plan Torniquete. Este periódico fue uno de los abanderados, en aquella época, al revelar todas las irregularidades que se cometieron con ese Plan.
Hoy estamos igual que antes o peor. Las inundaciones se han convertido en las mejores aliadas de la corrupción. Los alcaldes se frotan las manos cuando viene el invierno, ya que podrán declarar la urgencia manifiesta y contratar a dedo limpio y sin ningún control. En Colombia no hay nada más previsible que las inundaciones, pero aquí se preparan es para las corralejas, reinados y riñas de gallo no para los embates de los ríos.
Esta empresa Agasplus fue la misma que se ganó el 31 de julio de 2007 la ‘licitación’ para la “construcción de los canales de la subcuenca Los Araújos, y la zona de expansión de la zona sur de Montería, en los barrios Furatena, Villa Paz y Nueva Esperanza”. El valor inicial del contrato que pagó la CVS fue de 6 mil 448 millones 578 mil 164 pesos. Después le siguieron unas adiciones por valor total de 3 mil 211 millones 731 mil 175 pesos. La otra única empresa que participó en la ‘licitación’ fue Suárez & Silva de Juan Carlos Aldana.
Cómo entender que a la fecha de hoy ha caído la misma cantidad de agua que hace cinco o tres años y estos barrios se inundan más que antes, y después de semejante inversión tan millonaria. La excusa es que no debían construirse allí o que estuvieran peor sin los canales. La respuesta es que si ellos sabían que de nada iba a servir esta inversión, ¿para qué invirtieron esa cantidad de dinero? Además, que la gente no quería que el agua pasara del cuello a las rodillas, ellos quieren es no inundarse.
Lo cierto es que ningún alcalde anterior al actual hizo un plan de mitigación de inundaciones. No se necesita de ser un experto ingeniero para saber que las aguas que caen en invierno para el sector de Sierra Chiquita, una parte cae hacia el río Sinú y la otra corre hacia esa zona en donde esta Villa Jiménez, Furatena y Villa Paz, entre otros barrios. Dicen los viejos de esta zona, que estos eran humedales y zonas de amortiguamiento de agua, pero como en un pasado eran pastizales con vacas, nadie se veía afectado. Solo el finquero, que debía sacar sus ganados del área inundada. Hoy los ganados están mejores que las personas.
Pero más cierto es aún que la CVS hizo la más grande inversión que se conozca en unos canales en Montería, más de 9 mil millones de pesos contrató, y los habitantes hoy están peor. ¿Por qué hoy se inundan más estos barrios? Qué situación más curiosa y hasta paradójica, la CVS coge a un pobre tipo con un morrocoy y sale enseguida a fotografiarlo y a publicar enseguida en una página entera su ‘heroica’ acción. Por qué no ha salido a publicar qué ha pasado con estos canales.
Y estos canales se construyeron en el mismo sitio en donde un ingeniero hizo un trabajo para mitigar las inundaciones de 2004. Esto quiere decir que la CVS le ahorró a Agasplus miles de metros cúbicos de excavación que a lo mejor ellos sí cobraron.
Hoy la CVS está ‘amarrando’ una nueva licitación por 19 mil millones de pesos para “construcción, optimización, reconfiguración y ampliación de obras para el saneamiento básico en distintos municipios en el Departamento de Córdoba”. Y la experiencia que piden en los pliegos sólo la pueden acreditar los que construyeron los canales de la subcuenca de Los Araújos. Si esto no es amarrar un contrato no sé entonces qué es.
Y muchas de las obras se realizarán en los municipios que harán parte de la Junta Directiva que escogerá al director de la CVS.
